El Libertador Simon Bolivar y los judíos
agosto 13, 2012
En
el proceso de Emancipación de América de la Corona Española, varios
fueron los próceres que protagonizaron las luchas en las diferentes
regiones del continente. Junto a los “Libertadores de América”
colaboraron en esta ardua tarea, muchos judíos que ya residían en la
región y que brindaron su apoyo a la campaña de liberación.
El Congreso Judío Latinoamericano presenta en esta oportunidad una
compilación de material en la cual se reúne a los principales
colaboradores judíos del Libertador Simón Bolívar.
Mordejay Ricardo
Simon Bolivar y Mordejay Ricardo en Curaçao
Muchos dirigentes judíos colaboraron con los prohombres de la
Emancipación Americana. Así, entre los que apoyaron a Simón Bolívar, uno
de los casos más conocidos ha sido el del judío de Curaçao, Mordejay
Ricardo. Así, por ejemplo, cuando durante su primer exilio, el
Libertador pasó por Curaçao, las autoridades inglesas le secuestraron el
equipaje. Entonces, solo la exitosa gestión del señor Mordejay Ricardo
posibilitó que le reintegrasen sus pertenencias a Bolívar. Además, le
consiguió hospedaje en casa de otro judío curaceño, el señor Abraham de
Mesa, de la población de Otrabanda.
Mordejay Ricardo colaboró con la causa libertartadora venezolana,
especialmente a partir de su visita de ocho días a Caracas, junto al
Gobernador de Curaçao, Sir Jaime Cockburn .
En 1814, ante el temor de la entrada de las tropas de Boves a
Caracas, Bolívar muy presto sacó a sus hermanas María Antonieta y Juana
de esa ciudad; embarcándolas hacia Curaçao, donde el propio Mordejay
Ricardo fue anfitrión de las hermanas del Libertador, durante casi dos
años.
Homenaje del Correo de Venezuela
Fue una gran satisfacción para la comunidad judía de Venezuela y para
las comunidades sefaradies en el mundo, ver que el correo de Venezuela
decidió emitir Estampillas dedicadas a Mordejay Ricardo, el gran amigo
judío del “Libertador” de America Latina, Simón Bolívar.
Mordejay Ricardo nació en Amsterdam en 1771, hijo de David de Joseph Israel Ricardo y de Batsheva Semag Aboab.
En 1802 fue a establecerse en Curaçao donde se casó con Esther Frois de Bayona, hija de Moises Frois y de Raquel de Sola.
En 1808 fue nombrado por el Rey de Holanda Inspector de Caminos y
Traductor e intérprete de Inglés, Holandés, Francés, Español y
Portugués.
En 1812 fue nombrado oficial de la policía de Curaçao.
Cuando Simón Bolívar empezó su revuelta contra España, Ricardo dio a
Bolívar y a sus hermanas la casa de su suegra, llamada “El Octógono”.
Bolívar quedó muy agradecido a Ricardo por la ayuda y le envió
reportes sobre la liberación de Venezuela, Colombia, Ecuador y Panamá.
Después de la liberación, él invitó a sus amigos de Curaçao: Ricardo,
José Curiel e Isaac de Sola, así como a otros judíos más, a venir a
conocer las tierras liberadas.
Hoy día los descendientes de Ricardo viven en Caracas. José Curiel
vino a Coro, en Venezuela y su bisnieto fue Ministro de Obras Públicas
de Venezuela. Isaac de Sola, heroico descendiente del Rabino Ibn Daud de
Sola, de Granada, es conocido como el General Juan de Sola que tomó
parte en la Guerra de Liberación y quedó inválido en la batalla de
Puerto Cabello.
En las estampillas se ve el retrato de Mordejay Ricardo y la pintura
de Bolívar y Ricardo, caminando cerca del Octógono que se ve en el
fondo.
Homenaje del Correo de las Antillas Holandesas
Al pisar por primera vez la tierra de Curaçao en 1812, Simon Bolívar
no fue bien recibido por el gobierno inglés de la Isla. Al contrario, a
su arribo, sus bagajes fueron confiscados.
Pero esta visita de Bolívar fue muy importante para la liberación del Norte de America Latina.
Bolívar encontró allí al Dr. Mordejay Ricardo, judío sefaradí,
ferviente defensor de la lucha emancipadora latinoamericana. Bolívar
aceptó su amistad, y también la oferta de Ricardo de recibir a sus
hermanas, Juana y María Antonia, en la casa de la suegra de Ricardo,
Sra. de Sola.
La casa, llamada “El Octógono”, fue donada por la compañía sefaradí S.E.L. Maduro para servir como el Museo Bolívar
El Soldado Abraham Meyer
Es interesante la descripción biográfica de un judío alemán que
sirvió a las órdenes del Libertador Simón Bolívar, Abraham Meyer, que
fuera soldado venezolano con el nombre de Heinrich Meyer.
Al respecto, nos remitiremos a la reciente relevación del reconocido
investigador chileno Günter Böhm, quien ha realizado un interesante
aporte, al describir los aspectos biográficos de un judío que fue
camarada de armas del libertador Simon Bolívar.
Era el hijo mayor de una familia judeoalemana de Dessau. El jovencito
Meyer ya en sus años adolescentes soñaba con estudios de agricultura,
cosa que contrariaba a su padre pues no había posibilidades para que un
judío trabajase en la campiña alemana. En 1819 era un jovencito
veinteañero, cuando abandonó su hogar para llegar, en primera instancia,
al puerto norteño de Hamburgo.
Allí ofreció su trabajo a una embarcación a cambio del pasaje; se
sorprendió gratamente cuando supo que un barco velero de Venezuela
transportaba emigrantes, para trabajar en otro país. Solo al llegar al
puerto caribeño, se enteró que todos los que como él había llegado, eran
ya ciudadanos y soldados de la República de Venezuela.
También se instruyó en los estudios y a Bolívar le resultaba muy
importante contar con soldados capacitados, como este joven ahora
llamado Heinrich Meyer.
El joven judío alemán fue un héroe en la lucha por la independencia de Venezuela y se ganó incluso varias condecoraciones.
Luego de concluida la guerra contra España y firmado el tratado de
paz, Bolívar no tenía con qué pagarle a sus soldados los sueldos
atrasados; por lo que, en compensación, les entregó tierras para su
cultivo. Y de este modo se cumplió el viejo sueño agricultor de Abraham
Heinrich Meyer.
En un viaje a Alemania, enfermó por la infección de una antigua
herida de guerra, falleciendo en 1843 en Hamburgo. Las autoridades de
Caracas quisieron levantar un monumento a su memoria, pero su hermano
Martín, albacea del difunto, agradeció y desestimó aquella intención
señalando que contrariaba
los deseos de aquel.
Otros soldados judíos
Han sido varios más los soldados judíos que prestaron su servicio a
la causa emancipadora de América, formando filas en las tropas lideradas
por Simón Bolívar.
Isaac (Juan) De Sola
Oriundo de Saint Thomas (Islas Vírgenes) participó
en varias e importantes batallas, llegando en 1819 al grado de teniente
en el Batallón Rifles de la Legión Británica en Curaçao. Luego, con el
Batallón Bravos de Apure luchó en la batalla de Carabobo.
Según el testimonio de un diplomático británico que recoge Mario
Nassy, a partir de 1826 De Sola fue coronel del ejército venezolano,
llegando incluso más tarde a general.
También ocupó importantes cargos públicos, siendo gobernador interino
de la provincia de Carabobo, presidente de la diputación provincial de
aquella ciudad y secretario de la junta benefactora provincial.
Brindis por el Libertador
Sumemos a esto el decidido apoyo que los judíos de
Coro unánimemente brindaron al Libertador Bolívar. Fue un coronel del
ejército bolivariano, Miguel Sagarzazu quien justamente dejó un
contundente testimonio al respecto, cuando se refugió en Curaçao tras el
fracaso de una rebelión independentista. Allí, anotó en su diario, el
20 de octubre de 1830 que “…asistí a un casamiento hebreo al que se me
invitó.
Ví la ceremonia que es algo divertida. Se sirvió una brillante
comida, y entre los muchos brindis hubo uno por el Libertador y fue
recibido con mil aplausos por la concurrencia…”.
Benjamín Henríquez
Nacido en Curaçao en 1784, hizo la carrera de las
armas en Venezuela, siendo capitán de Caballería. Al estallar la
Revolución Emancipadora, adhirió a ella.
Retornó a su país natal en 1816, llevando a cabo una campaña para
alistar a otros nativos en el ejército patriota. El gobernador Kikkert,
para evitar incidentes con España lo arrestó y, luego, lo expulsó del
país. Retornó entonces a Venezuela y se alistó en el ejército
independentista de Bolívar, en el que fue ascendido a Teniente Coronel
en 1818. Más tarde, se radicó en Bogotá.
Isidoro Borowski
Soldado judío del ejército de Bolívar. Llegó a
Venezuela procedente del este europeo, siendo admirador del Libertador a
cuyas filas se integró. Más aún: vino a América precisamente para
conocer a Bolívar y poder incorporarse como soldado de su ejército.
Otros judíos –originarios del país- que apoyaron también la causa de
la Emancipación americana, fueron los hermanos David e Iehoshúa Hoeb.
Juan Bernardo Elbers
En 1823, el Libertador Simón Bolívar le entrega al
judío alemán Juan Bernardo Elbers la primera concesión para navegar en
barcos de vapor por el río Magdalena, luego algunos correligionarios
siguieron sus pasos y fundaron compañías de transporte fluvial.
La comunidad hebrea en la independencia de Venezuela
Por Mario Eduardo Cohen
La presencia de judíos en territorio venezolano fue detallada por el
historiador Manuel Pérez Vila, quien señaló, que en 1569 llegó a
Borburata el conquistador Pedro Malavé De Silva, al frente de unos 300
hombres, los cuales la mayoría eran “marranos conversos”, expulsados de
varias ciudades europeas de dominio español por orden de los reyes
católicos Fernando de Aragón e Isabel de Castilla, ningún judío negado a
convertirse al catolicismo, podía permanecer en territorio español
después del 30 de junio de 1492. Hubo una prórroga hasta el 2 de agosto
de ese año por lo que es bastante probable que también hubiese judíos
entre los aventureros que acompañaron a Colón en su primer viaje.
Por distintas razones, llegaron más tarde judíos de Livorno (Italia),
para radicarse en la isla de Cayenne (de posesión holandesa). La
conquista de Recife por los portugueses que traían las Leyes del Santo
Oficio, y la conquista de Cayenne por los franceses, poco tolerantes con
los judíos, empujaron a muchos de éstos a emigrar a Nueva York y
Curaçao. Pero algunos de estos judíos originarios de Livorno, viajaron
desde Curaçao hasta Tucacas para establecer en 1693 la primera comunidad
judía registrada en Venezuela. A partir de 1708 comienzan a llegar a
Tucacas, que era el puerto comercial más importante de Venezuela, judíos
holandeses provenientes de Curaçao. Son hostigados por los españoles y
se marchan, pero regresan un tiempo después para organizarse como
comunidad bajo la presidencia de Samuel Hebreo.
En Tucacas se erige la primera sinagoga en tierra venezolana, pero en
1720 las autoridades españolas arrasan con el poblado judío y le
prenden fuego. La historiadora Paulina Gamus Gallegos, señala: “En un
documento español fechado en 1743 se pide vigilar la presencia de judíos
que en gran cantidad se trasladaban entre las orillas del Amazonas y
del Orinoco. Eran judíos establecidos en Nueva Zeelandia, nombre de una
posesión holandesa ubicada en la región del Esequibo.”
Bolívar y Mordejay Ricardo
Cuando se inicia la guerra de independencia en Venezuela, la simpatía
de la comunidad hebrea en la isla de Curaçao, estaba a favor de los
patriotas venezolanos. En su mayoría eran comerciantes que se oponían a
las políticas monopólicas de la corona española, aunado a ello los
sentimientos de los judíos expulsados de España y Portugal eran
contrarios a los intereses del imperio español en el nuevo continente.
La prueba de ello se presentó en el año 1812, año duro para la causa
patriótica; por la pérdida de la primera República y la capitulación del
general Francisco de Miranda con Monteverde el 25 de julio de 1812.
Entre las causas que condujeron a la capitulación figura la caída de
Puerto Cabello, fortaleza que estaba a cargo del joven Simón Bolívar. El
libertador es obligado huir a Curaçao, el escritor Lovera De Sola en su
obra: Curaçao, escala en el primer destierro del libertador lo estampa
de la siguiente manera: “Cuando la goleta Jesús, María y José, tomó
rumbo a Curaçao y se alejó del puerto de La Guaira, su pasajero Bolívar,
viendo las montañas que se perdían en el horizonte, necesitó pensar
acerca de su futuro. Bolívar permanece en la isla y se hospeda en
Curaçao en la casa del judío Abraham de Meza. Surge entonces un
personaje estudiado con cautela y respeto por quienes a él se refieren:
se trata del abogado Mordejay Ricardo, de origen sefardita y quien,
según todos los indicios, facilitó a Bolívar su propia residencia en la
cual parece haber existido una excelente biblioteca.”
La amistad de Mordejay Ricardo con Bolívar fue mantenida a través del
tiempo y mostrada en activa correspondencia. El abogado Ricardo, años
más tarde (1814), también dio albergue a las hermanas de Bolívar María
Antonia y Juana Bolívar, cuando ambas huían del terror desatado por José
Tomás Boves.
Por su parte el historiador y catedrático venezolano Roberto J.
Lovera De Sola resalta la gran influencia positiva a las ideas
bolivarianas de su amigo sefardí Ricardo en Bolívar. “Durante su
permanencia de dos meses en Curaçao, Bolívar logró curar, gracias a
Mordejay Ricardo y sus amigos curazoleños, su angustia, su interior
enfermo, recobrar nuevas fuerzas y ponerse de nuevo, con los hondos
bríos, en aquello a lo cual había jurado dedicar su vida: la
independencia de Sudamérica”. En la rica biblioteca de Mordejay Ricardo,
Bolívar pasa días enteros consultando libros y documentos hasta
escribir el Manifiesto de Cartagena. David Castillo Montefiore, también
judío de Curaçao, fue uno de los importantes financistas de la Guerra de
Independencia y Joshua Naar le hacía llegar dinero a Bolívar, por
intermedio del Almirante Brión. Ya en 1818, Joseph Curiel, quien años
más tarde sería uno de los fundadores de la comunidad judía de Coro, se
presentó ante Bolívar en Angostura, para ofrecerle el apoyo de los
judíos del Caribe, que no se limitó al aspecto económico ya que en la
guerra de Independencia intervinieron, como militares activos: Benjamín
Henríquez, nacido en la isla en 1784, participó en la Campaña Admirable y
en la expedición de los Cayos. En 1816 fue enviado a Curaçao por Simón
Bolívar con el fin de reclutar hombres para el ejército patriota
trabajando activamente por la independencia de Venezuela, por lo que fue
detenido, posteriormente fue dejado en libertad por petición del
Consejo de la isla y enviado al exilio por considerarlo el gobierno
insular persona peligrosa. De regreso a Venezuela se incorpora al
ejército del libertador y en 1818 fue ascendido a teniente coronel.
Samuel Henríquez otro judío que alcanzó el grado de capitán y Juan
Bartolomé De Sola, general de brigada. Durante toda la guerra de
independencia, los comerciantes de Curaçao, incluyendo a los judíos,
jugaron un papel importante en el suministro de armas y pertrechos a los
ejércitos patriotas.
Azriel Bibliowicz, profesor de la universidad nacional de Colombia,
señala que el 6 de mayo de 1819 el gobierno de la Nueva Granada emitió
un decreto por el cual se acordaba a los “miembros del pueblo hebreo” el
derecho de establecerse en su territorio con garantías de libertad
religiosa y el 22 de agosto de 1821 fue abolido el Tribunal de la
Inquisición. Numerosas familias judías de Curaçao, donde se vivía una
fuerte depresión económica, se trasladaron a Colombia y Venezuela.
En el año 1988, el Gobierno de Venezuela agradeció el apoyo de
Curaçao y a la comunidad judía, por su participación a la esta
independentista, con la emisión de tres estampillas relacionadas con el
gran amigo del Libertador, Don Mordejay Ricardo.
Luego de una larga y cruenta guerra, la independencia de Venezuela
quedó sellada en el campo de Carabobo el 24 de junio de 1821. El
gobierno de la naciente república hubo de enfrentar el construir el
devastado país, repoblar los vastos espacios de su geografía y normar la
nueva legislación de acuerdo a los principios de igualdad y justicia
dones preciados por los cuales dieron sus vidas nuestros libertadores.
Ese mismo año, en el mes de agosto específicamente, el nuevo gobierno
bolivariano decretó la abolición de la inquisición. La libertad
religiosa fue garantizada posteriormente en 1830, al modificarse el
artículo 22 de la Constitución vigente en ese entonces. Ya para 1829, se
había firmado un tratado entre Holanda y la Gran Colombia (incluida
Venezuela), según el cual se garantizaba a los súbditos holandeses
en el territorio de la Gran Colombia, la libertad de practicar la
religión sin ser molestado. Esto permitió que muchos judíos curazoleños
buscaran nuevos horizontes en otros lugares.
Los judíos sefardíes fueron llegando a Caracas como a otras ciudades
de las costas venezolanas como Puerto Cabello y Barcelona, pero fue en
Coro, donde tuvo lugar el asentamiento judío más grande e importante.
Bibliografía
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-http://www.tarbutsefarad.com
https://esefarad.com/?p=35026